Aunque para tener un negocio propio se necesita mucha confianza en sí mismo además de la convicción de tener el mejor producto del mercado, no debemos cerrar los ojos ante una competencia cada vez más fuerte quién probablemente piensa de la misma manera sobre su negocio. Es importante que nunca subestimemos la competencia sino al contrario, que estemos siempre bien informados de los productos y servicios ofrecidos por nuestros competidores, intentar conocerlos a fondo comparando y analizando las debilidades y fortalezas de cada uno para poder adaptar y mejorar el negocio constantemente.
El primer paso: el estudio DAFO de nuestro centro
Para ver claro en el terreno de la competencia y conocer mejor el propio negocio hacer el estudio DAFO significa dar el primer paso. Con el estudio se puede obtener una imagen clara sobre las Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades de nuestro centro. Nos ayuda, a nivel interno, averiguar las debilidades y fortalezas del centro mientras a nivel externo a conocer mejor las amenazas y oportunidades que nos presentan el mercado.
Identificar los tipos de competidores
El siguiente paso sería identificar los principales tipos de competidores. Podemos distinguir dos grupos de competencia: directa e indirecta. Aunque a primera vista podría resultarnos más importante conocer mejor al competidor directo, es recomendable siempre tener en cuenta también los competidores indirectos. Como son por ejemplo otros centros o terapeutas “móviles” que acuden al domicilio para dar tratamientos, pero también los profesionales que hacen tratamientos en su casa en una habitación habilitada como cabina. A parte de los centros y de los profesionales también podemos considerar como competidores indirectos las grandes superficies de productos, como El Corte Inglés o Sephora, que venden productos de spa y ofrecen servicios de belleza, aunque su principal línea de negocio principal sea otra.
Conocer las debilidades y fortalezas de la competencia
Conocer los competidores a fondo es imprescindible, tal y como es averiguar sus debilidades y fortalezas a nivel interno. La comparación es una herramienta útil para tener una imagen completa de nuestro negocio. Es importante poder comparar nuestros servicios, precios y calidad con los de otros centros. Saber lo que uno hace bien o mal es la clave para poder destacar y mejorar siempre teniendo en cuenta los puntos fuertes de otros negocios. Esto ayuda a poder diferenciarse en un mercado muy competitivo.
Por último hay que observar siempre los cambios que se producen en el mercado. Esto significa a nivel externo considerar las amenazas y oportunidades que haya. La clave del éxito reside en la información. Estar siempre bien informado e intentar adaptar el negocio y los servicios ofrecidos según las reglas del mercado actual contribuirá al éxito del centro.